Siempre que el tema es cómo aprender a comer dulces fitness, muchos empiezan diciendo que el sabor no es el adecuado, que no es “divertido” o incluso que es muy difícil de adaptar.
Precisamente por eso, los dulces se encuentran entre las partes de la dieta más difíciles de sustituir, ya que se consideran inalcanzables.
Pero no te preocupes: no tiene por qué ser difícil ni doloroso y aún puedes disfrutar de muchos otros sabores y texturas que aún no conoces. ¡Ven a descubrir cómo ahora!
1# Todo comienza con un nuevo hábito
Al contrario de lo que se viene enseñando desde hace muchos años, comer bien es diferente a comer demasiado. Pero es natural confundir ambas cosas.
Por eso, la idea de comer bien es incluir en el menú opciones saludables y equilibradas, que ofrezcan lo que tu cuerpo necesita.
Por tanto, no tiene relación directa con la cantidad.
De la misma forma es necesario evaluar cuánto comes porque tienes hambre o lo deseas y la idea de impulso.
En la práctica, siempre que comes demasiado, estás comiendo por impulso. Ya que no es una necesidad, sino una exageración.
En definitiva, todo empieza con la adopción de un nuevo e importante hábito: elegir los alimentos en función de la calidad, nunca de la cantidad.
Así, descubres que puede resultar más interesante comer un dulce fit, saboreándolo, que ingerir una caja entera de Bis.
Sin embargo, este hábito de prestar atención a la cantidad y la calidad no es sencillo ni rápido y puede llevar algún tiempo adaptarse.
Por eso, mantén la calma, busca conocimientos sobre la alimentación, comprende que puedes cometer errores, pero que puedes volver al mejor camino.
2# Comer dulces fitness no significa estar siempre a dieta
Uno de los consejos alimentarios importantes está directamente relacionado con la calidad de los alimentos.
En general, los dulces fitness están menos procesados e industrializados, preparándose con frutas e ingredientes más saludables.
Como resultado, es más probable que aporten beneficios al organismo.
Esto significa que no necesitas estar a dieta para elegir estos dulces y que pueden ser parte integrante de tu vida, en cada etapa.
Es decir, no debes pensar en los dulces fit como una alternativa sólo para cuando estás a dieta, sino como algo habitual en tu rutina.
Por ser saludables, pueden (y deben) formar parte de tu rutina, contribuyendo a tu alimentación y bienestar.
Además, hay que tener en cuenta que los regímenes no duran para siempre, sino que se realizan por un tiempo limitado.
3# La adaptación de texturas y sabores
Aprender a comer dulces fitness significa entender que necesitarás adaptarte a un nuevo mundo de texturas y sabores.
En definitiva, los dulces industrializados, como las barras de chocolate, pasan por un largo proceso de fabricación.
Durante este proceso, los alimentos pierden parte de sus nutrientes así como las características más básicas de sus componentes, como la textura.
El resultado es que, al consumir estos dulces durante muchos años, tu paladar se adapta a este “formato”.
Por tanto, conocer los dulces fit significa reaprender sobre textura y sabor, consumiendo los alimentos de una forma más natural, sin muchos procesos.
Por ejemplo, descubres que el chocolate más oscuro realmente es amargo e incluso tiene una textura más firme.
Y no es como el chocolate con leche, sólo un poco sin azúcar.
Este proceso de adaptación es lento e individual.
Por eso, el consejo es ir adaptándose poco a poco, empezando por opciones más habituales antes de llegar a aquellas recetas más atrevidas, amargas o completamente libres de ingredientes procesados.
4# Nunca restrinja completamente su alimentación cuando coma dulces para hacer ejercicio
Por último, uno de los errores más comunes que se deben evitar a la hora de comer sano o en forma es eliminar por completo algunos alimentos.
Si bien lo ideal es elegir siempre porciones sanas y equilibradas, el ser humano no somos una máquina libre de deseos.
Por lo tanto, puedes sentir ese antojo muy específico que otros dulces no pueden eliminar.
Cuando esto sucede, lo mejor es consumir una porción de lo que deseas, pero de forma controlada.
Por ejemplo, está bien comerse una tarta de cumpleaños, pero lo ideal es comer sólo un trozo pequeño.
A diario también se pueden consumir tabletas de chocolate, preferiblemente dos piezas al día y, a ser posible, las más amargas.
Restringir completamente la comida, especialmente de un momento a otro, puede provocar aún más antojos o frustración.
Así que ¡esté atento y asegúrese de consultar las recetas de dulces fit aquí en la página!
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